viernes, 9 de abril de 2010

Aquellos maravillosos años...

Bien, ayer, leyendo el blog de mi hermano me surgió cierta idea para una nueva entrada y, he me aquí que trato de llevarla a buen puerto. Hoy tocan los animes de cuando éstos aún no se llamaban así. Simplemente eran dibujos animados (aunque en muchos casos tenían poco de animados la verdad) japoneses. Sé de sobra que hay muchos más de los que voy a citar, pero no voy a malgastar tiempo hablando de mariconadas como la abeja Maya o Baner y Flapi. Aún recuerdo cuando, teniendo yo 6 años, el menda del videoclub intentó colarme una de ardillas amorosas al solicitarle yo una peli de dibujos. Mi respuesta fue tan obvia como previsible, 'no tienes ninguna de robots?'. En fin, al lio.

Empecemos por la primera y fundamental: Mazinger Z.



No hacen falta muchas palabras. 'El Robot Gigante', construído con el elemento llamado Japonio (me parto) descubierto por el padre del valiente Koji Kabuto, el Dr.Kabuto en las faldas del monte Fujiyama cuando huía del Dr. Infierno (cómo no) tras haber encontrado entre ambos los restos de una civilización extinta conocida como Micenas. Estos micenos poseían una tecnología mucho más avanzada que les permitía construír gigantescas máquinas para su defensa. Tras el descubrimiento el malvado Dr.Infierno ve la posibilidad de dominar el mundo (qué manía con dominar el mundo!), pero el íntegro Dr. Kabuto se niega. Y así, con el japonio recien descubierto, el Dr.Kabuto desarrolla la aleación Z. Ahí termina el argumento, luego los capítulos son una sucesión de intentos del Dr.Infierno de destruír a Mazinger enviando uno tras otro innumerables robots.

No le faltaron imitadores a nuestro querido amigo. Por ejemplo el también conocido Goldorak. Como veis el parecido es evidente.



Apenas conservo recuerdos de la siguiente, Ulises XXXI, aunque aún no he olvidado el tema de la introducción. Fue una de esas series que no despertó el interés de casi nadie de mi círculo social pero que yo siempre he tenido por ahí, en un rincón especial de mi memoria.


Bien, nuestro prota, provoca un cabreo monumental a Poseidón al matar al Cíclope en el rescate de Telémaco, su hijo. Y éste lo condena a vagar por el universo a bordo del Odiseo, su nave, con toda su tripulación en estado de hibernación, hasta dar con la localización del reino de Hades, momento en el cual le será permitido regresar a la Tierra.


Bueno, otra de esas series de mi infancia más tierna. Gatchaman o, como se llamó aquí, Comando G. En ésta sí que el argumento es casi nulo. Narra las aventuras de un grupo de cinco jóvenes que se dedican a luchar contra amenazas del espacio exterior. Para ello cuentan con sus trajes, en los que destacan los cascos con viseras en forma de pico de ciertas aves (Águila, el jefecillo, Cóndor, el segundo al mando, tipo serio y aparentemente más corpulento que el líder, Búho, personaje más orondo del grupo, Golondrina, el más joven e inexperto y Cisne, la inevitable chica de la pandilla) y con una nave que cuando era necesario se convertía en un pájaro de fuego.




Seguimos con otra de las antiguas, el Rey Arturo. Personalmente me encantaba la estética de ésta. Habré garabateado mil veces la Excálibur que nos presentan en esta serie cuando era niño...
No me entretengo mucho con el argumento porque es la típica historia de un joven Arturo y sus caballeros de la tabla redonda. Eso sí, fotitos que no falten...





Prosigamos. Le toca ahora un anime que, a pesar de conocer su existencia hace mucho tiempo, debo confesar que la he descubierto hace relativamente poco tiempo. Y manda huevos la cosa, toda vez que se la conoce como la madre de los animes de hoy día en occidente. Se trata de Robotech (Macross).


Llama la atencíon el hecho de que se trate de un refrito de otras tres animes de origen nipón cuyas tramas no tenían relación alguna. Y fue un yankee quien tuvo la idea de juntarlas, cambiar parte de los diálogos para que la cosa cuadrara y pumba! tenemos la primera serie de anime distribuída a nivel mundial.

La historia comienza con una nave alienígena que se estrella en una isla del Pacífico llamada Macross. El incidente lleva a los gobiernos terrícolas a dejarse de gilipolleces (por aquel entonces, 1999, mantenían una guerra civil) y hacerse todos amigos por si a los aliens les da por veranear en nuestro planeta. La nave está provista de cierta fuente de energía conocida como Matriz de Protocultura y base de su tecnología. Los humanos, que no son tontos, se dan cuenta de la película y aprovechan la protocultura para crear su propia flota de cazas con capacidad de transformarse en mechas. Al final, como era de esperar, los aliens atacan y se monta una gorda, y etc etc Así empieza la cosa, luego salieron más series, incluídas precuelas, y películas. En definitiva, muy recomendable. Y además, dato significativo, aquí se censuraron bastantes diálogos, lo cual siempre es buena señal.


Seguimos. Ahora van los Galaxi Rangers. Míticos. Un argumento de nuevo bien simple. En 2086 un par de simpáticos extraterrestres llegan a la Tierra en busca de ayuda. A cambio entregan los planos del primer hiperimpulsor con el que los terrícolas por fín logran alcanzar las estrellas. Al poco se reúne a un selecto grupo de hombres para velar por la ley y el orden en la galaxia. Éstos son además dotados de tecnologías que los hace únicos. Destaca toda la ambientación basada en el más puro estilo de los Spagetti Western. Muy lograda, doy fe.



Bueno, seguimos con los Transformers. Caso atípico pues la cosa surgió de unos juguetes. Y aún así, el argumento no está nada mal. Comienza con una especie alienígena que se dedica a fabricar robots militares y domésticos para venderlos a otras razas. Pasa el tiempo y éstos de rebelan, comenzando una guerra que termina con unos victoriosos robots. Tiempo después comienzan las disputas entre ellos, formándose dos bandos, Autobots, y Decépticons. Y por aquí vamos...

Ha habido muchas series posteriores basadas en los tranformers, pero ninguna como la primera.




Me vienen a la mente muchos otros, unos muy antiguos como Judoboy o el joven samurai Sasuke, y otros no tanto, como Muscleman, Saint Seiya, pero de los primeros apenas he encontrado información, y de los otros ya se ha hablado (al menos de Saint Seiya) en el blog de mi hermano, así que me lo ahorro.

Me gustaría hacer un breve comentario sobre cierto aspecto que comparten cuantos animes he citado. En todos ellos un grupo de personas 'luchan', es decir, pelean contra otro grupo de seres malignos. En todos, el eje alrededor del cual gira todo es esa lucha. Y ni yo estoy traumado ni conozco a nadie que lo esté. Son animes de cuando los niños podíamos jugar con espadas y pistolas, y arcos y flechas sin que algún político gilipollas montara una comisión para reducir la violencia entre los niños. Que ahora, en vez de He-Man o G.I.Joe éstos juegan con el puto aborto multicolor ese del Buzzlightyear, que en lugar de una M-60, como los muñecos de antes, el tío va por ahí soltando a bocajarro rafagas de luces y sirenas. Hay que joderse.

3 comentarios:

  1. Todos míticos, sí señor..., y lo del Japonio..., bueno, simplemente no tengo palabras. Ahí te das cuenta de lo críos qu éramos cuando la veíamos.

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  2. Y tan críos... aún morábamos en San Gabriel...

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  3. Fantástica recopilación de buenos momentos guerreros. De donde has sacado tantos detalles? Has vuelto a ver las series o tienes una memoria portentosa? Galaxy Rangers...brutal!
    Mas, en mi opinión, te dejas una: "Capitán Harlock, el pirata espacial" soy un seguidor acérrimo de ese tipo.
    Un abrazo

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